Clasificaciones de los sustantivos.
Los nombres pueden clasificarse según diversos criterios; y dentro de cada uno de ellos, en diversas clases:
La clasificación más general, es la que distingue
Los nombres propios que son los que identifican un ser individual entre los demás de su misma naturaleza, sin proveer información acerca de sus propiedades constitutivas.
Los nombres propios pueden ser de personas, de animales individualizados, pueden ser asignados en la misma forma a objetos (como ser barcos, aviones, trenes, etc.); y también distinguir otras entidades, como los países y las ciudades, los accidentes geográficos (montañas, ríos, lagunas) cuerpos celestes como los planetas y estrellas; y son suficientes por sí solos para una identificación individual y plena de la cosa o entidad a que hayan sido asignados.
Los nombres propios no pueden tener las relaciones gramaticales o léxicas, como ser sinónimos u opuestos de otros; ni tampoco pueden ser traducidos de un idioma a otro, aunque en muchos casos existen equivalentes adaptados al español, puede traducirse alguno de sus componentes: London, Londres; Hamburg, Hamburgo; Stockholm, Estocolmo, New York, Nueva York; Novo Hamburgo, Nuevo Hamburgo; Genève, Ginebra; Peter, Pedro, Marie, María; o se escriben procurando imitar su sonido, como ocurre con todos los de origen ruso, árabe, chino o japonés.
Los nombres propios, siempre se escriben con mayúscula en su letra inicial; y en las palabras componentes y son más de una
Los nombres comunes que, siendo todos los demás, se caracterizan porque definen aquello a que se refieren - sean personas, animales, cosas o conceptos inmateriales - como integrando una clase o categoría, que posee cualidades comunes en todos sus individuos o unidades, que al tiempo que los integran en esa clase, los distinguen de las otras.
Poseen la propiedad de que participan en todas las relaciones gramaticales o léxicas, y tienen equivalentes en otros idiomas que habilita su traducción; pero no asumen referencias individuales, sino en la medida en que se individualizan como parte de un grupo nominal: decir La puerta estaba abierta, solamente tiene sentido en cuanto, a pesar de que se refiera a un objeto determinado, ese objeto tiene la condición de ser una puerta.
A su vez, los nombres comunes se clasifican de la siguiente manera:
Los nombres abstractos y concretos siendo los abstractos los que se refieren a conceptos no materiales, tales como acciones, procesos, cualidades, que son susceptibles de ser asignadas o concebidas idealmente, tales como la belleza, la honestidad, la amistad, el odio, el miedo, la felicidad; en tanto los concretos hacen referencia a lo que tiene existencia física real, susceptible de ser captada por medio de los sentidos; o que, aunque siendo producto de la imaginación, de existir en la realidad tendrían un ser de naturaleza física: silla, aire; centauro, esfinge.
Los nombres contables y no contables siendo los contables lo que se refieren a cosas o conceptos que consisten en unidades que se pueden contar por unidades o enumerar: mesas, ventanas, libros, ruedas, caballos; en tanto los no contables se refieren a magnitudes que siendo continuas, ya sean medibles o no, no se componen de unidades: tiempo, inteligencia, harina, hierro, arroz, agua aceite, arena, armamento, bibliografía, cabellera, correspondencia, dinero, fruta, ganado, información, licor, lluvia, munición, pasto, pelo, sangre .
Es perceptible que lo que reviste la condición de contable o no son las entidades a que los nombres se refieren; pero esa denominación es aceptada, y resulta apropiada en razón de las propiedades gramaticales de unos y otros.
Los nombres contables pueden usarse en plural con determinantes definidos (las, mis, estas), con numerales cardinales (tres, cuatro), indefinidos (muchos, varias, bastante, cuántos) manzanas), e incluso sin ninguno. Los nombres no contables son cuantificables, pero no enumerables; por lo que no admiten el plural; aunque igualmente pueden ir con determinantes indefinidos (mucho, poco, bastante, demasiado) y sus variantes de género.
Los nombres individuales y colectivos siendo individuales los que se refieren a cosas que tienen ejemplares únicos o a clases que se integran por unidades: pantalón, pez, arveja; y los colectivos los que designan, en singular, conjuntos homogéneos de personas, animales o cosas individuales que integran la clase: ropa, cardumen, legumbre, familia, rebaño, mobiliario, público, séquito, comitiva. Como en el caso anterior, la categorización se realiza en base al comportamiento gramatical, más que a una diferenciación conceptual.
Los nombres colectivos clasifican en:
Colectivos determinados e indeterminados siendo los determinados aquellos en que su significado indica la naturaleza de sus componentes: orquesta, mobiliario; y los indeterminados los colectivos en los que, para saber qué los integra, es necesario indicarlo expresamente: docena, millar, par, montón, puñado, serie. Estos nombres dan lugar a expresiones que se denominan pseudopartitivas.
A esas clasificaciones, que son las tradicionales, se agregan otras más recientes:
Los sustantivos argumentales que en el empleo requieren un complemento - llamado argumento - que integra su propio significado: amigo, esposa, compinche, solamente adquieren sentido si se refieren a otro con quien se forma la relación que mencionan.
Los sustantivos eventivos que en su sentido implican la ocurrencia de un suceso: batalla, derrumbe, incendio, accidente, casamiento, asalto, cacería, reunión, y que reciben siempre un predicado de ubicación en el tiempo o en el espacio: El incendio ocurrió ayer, en el segundo piso.
Los sustantivos cuantificativos o cuantitativos que conforman agrupaciones nominativas en las que cumplen la funcion de cuantificar a otros sustantivos: brizna, pizca, grano, grupo, montón, racimo, litro, kilo, metro . Se clasifican en tres categortías, aunque algunos pueden pertenecer a m#225;s de una de ellas;
Acotadores que al mismo tiempo que indican la cantidad sin precisarla, también implican una limitación de esa cantidad, y llevan como complemento un sustantivo en singular: una pizca de sal; un gajo de limón; naranja, un trozo de manteca, un ápice de inteligencia.
Algunos de ellos implican de por sí la idea de cantidad pequeña; pizca, grano, ápice; otros de gran cantidad: tonelada, enormidad.
De medida que expresan cantidades precisas, de conformidad con las medidas de un sistema, y llevan como complemento un sustantivo tanto en singular como en plural: una hora de retraso; diez kilos de papas, tres litros de pintura; cincuenta hectáreas de pastizales; dos metros de tela; media pulgada de diámetro; diez gigabytes de memoria; veinte años-luz de distancia.
De grupo que cuantifican conjuntos de cantidad indeterminada y llevan como complemento un sustantivo en plural: un montón de parientes; un fajo de billetes; una retahila de disparates.
Hay sustantivos que siempre son cuantificativos; pero existen otros que, teniendo varias acepciones, son cuantificativos solamente en alguna de ellas: alud, barbaridad, disparate. Otros sustantivos que en su acepcion propia como recipientes, no son cuantificativos, pueden adquirir esa cualidad, de acuerdo en la forma en que sean empleados: botella, copa, plato, taza, vaso.
Algunos nombres cuantificativos se aplican con mucha amplitud a diversos tipos de materias y sustancias: pero otros tienen una correspondencia muy precisa con sus complementos: brizna (de hierba, de paja); copo (de nieve, de avena, de cereales); diente (de ajo); filete (de carne, de pescado); gajo (de limón, de naranja); grano (de maíz, de trigo, de café, de uva, de polen, de sal); lingote (de oro); rodaja (de carne, de pescado, de tomate); terrón (de azúcar); tramo (de carretera, de camino).
Los sustantivos de grupo que se refieren a conjuntos de animales, son muy específicos respecto de las especies a que se aplican: banco, cardumen (de peces); bandada (de pájaros); enjambre (de abejas, de avispas); piara (de cerdos); yunta (de bueyes), tropilla (de caballos). Los nombres de las medidas, se refieren al tipo de magnitud que miden.
Los sustantivos clasificativos que de determinan clase, especie, o tipo de la materia u objeto con que forman el grupo nominativo La gente, el publico, las personas.
Este grupo de sustantivos tiene mucha similitud con los cuantificativos en su comportamiento gramatical; generalmente origina expresiones pseudopartitivas, porque forma un grupo nominal indeterminado: Los demagogos prometen imposibles.
Es frecuente que, en el empleo de sustantivos clasificativos en calidad de sujeto, se incurra en errores de concordancia verbal: Un conjunto de estupicedes no despiertan interés, en vez de Un conjunto de estupicedes no despierta interés; o Un grupo de jugadores se dirigieron al Juez, en vez de Un grupo de jugadores se dirigió al Juez.
Clases de sustantivos
|
| PROPIOS
|
|
|
| |
|
|
NOMBRES
|
|
|
|
|
|
|
| concretos
|
| abstractos
|
| |
|
|
|
|
|
|
|
|COMUNES
|
|
| contables
|
| no contables
|
|
|
| Definidos
|
| Indefinidos
|
|
|
|
| individuales
|
|
|
| colectivos
|
|
| determinados
|
| indeterminados
|
|
|
|
| argumentales
|
|
|
|
|
|
| eventivos
|
|
|
|
|
|
|
| cuantificativos
|
|
|
| acotadores
|
| de medida
|
| de grupo
|
|
|
| cualificativos
|
|
|
|
|